Conozca aquí al Mono Nocturno Andino y el plan de manejo que adelanta la Carder para su conservación

- Esta especie se encuentra identificada bajo la categoría de vulnerable a la extinción debido a la destrucción masiva de su hábitat, el desarrollo en infraestructura que genera su electrocución, los fines biomédicos, la cacería y el tráfico ilegal y el cambio climático.
Pereira, septiembre 15 de 2025. El mono nocturno andino (Aotus lemurinus) es un primate pequeño con grandes ojos que habita en bosques montañosos primarios y secundarios, entre 1.000 y 3.200 m.s.n.m, pero pueden ocupar fragmentos dentro de áreas agrícolas. En Colombia se reporta en las Cordilleras Central y Oriental. Su pelaje es de color grisáceo y de aspecto lanudo. El vientre es de color amarillo o naranja y el pelaje de su cola varía entre amarillo y café oscuro, con la punta negra.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, esta especie se encuentra identificada bajo la categoría de vulnerable a la extinción, por lo que la Corporación Autónoma Regional de Risaralda, en compañía de otros aliados estratégicos, inició el proceso de realización del plan de manejo del mono nocturno, con el objetivo de identificar sus amenazas y plantear alternativas para lograr su conservación, y hasta la fecha se ha logrado observar su comportamiento alimenticio, desplazamiento, comportamiento social, comunicación y uso de su hábitat, información valiosa para diseñar estrategias efectivas de conservación y manejo.
La bióloga de la autoridad ambiental, Daniela Ospina expresó que: “Desde el equipo de conservación de especies amenazadas de fauna de Carder, en articulación con equipo de biólogos e investigadores aliados, se viene desarrollando un proceso de conservación enfocado en la formulación del plan de manejo del mono nocturno a otros lemurinos. Este trabajo incluye la puesta en marcha de estrategias de monitoreo en áreas protegidas con el fin de conocer el estado poblacional, la distribución y los principales riesgos que enfrentan esta especie en su hábitat natural. De igual forma, también se han venido adelantando talleres técnicos y participativos que permiten la construcción colectiva de este plan de manejo”.
Según los análisis, el mono nocturno registra amenazas por la destrucción masiva de su hábitat, el desarrollo en infraestructura que genera su electrocución, los fines biomédicos, la cacería y el tráfico ilegal y el cambio climático. Su extinción generaría grandes problemáticas para el equilibrio ecosistémico ya que estos primates son dispersores de semillas, ayudando a la regeneración de las plantas en su hábitat. Al alimentarse de frutas, transportan las semillas de un lugar a otro, contribuyendo a la propagación de especies vegetales y manteniendo la diversidad biológica.
Finalmente, la Carder también viene adelantando procesos de educación ambiental entorno a sensibilizar a la especie, dialogando con jóvenes, comunidades rurales, y ciudadanía en general, dando a conocer la importancia ecológica de este animal, promoviendo su protección, y reconociendo el rol que cumple en nuestros ecosistemas.
