El 3.er Festival de Aves de Arrayanal llenó de ciencia, cultura y comunidad a Mistrató

-
Mistrató vivió la magia del avistamiento y la educación ambiental en el marco del ‘3.er Festival de Aves de Arrayanal’, un evento que, como cada año, se consolidó dentro de la Semana Ambiental como un espacio donde la ciencia, la cultura y la comunidad se unieron en torno a la biodiversidad.
Pereira 22 de septiembre de 2025. El municipio se llenó de cantos, colores y sonrisas gracias a un encuentro que no solo invitó a la contemplación de las aves, sino también a la reflexión académica y a la integración de los diferentes actores que trabajan por la conservación en el territorio.
En el auditorio, la profesional de FECOMAR, Cristina Jaramillo, relató la historia de la observación de aves en el Sistema Departamental de Áreas Protegidas de Risaralda (SIDAP). A su intervención se sumó Julián Zuleta, líder territorial de la misma organización, quien expuso cómo la observación de aves se ha convertido en una poderosa estrategia de educación ambiental. Ambos coincidieron en destacar la importancia del trabajo articulado entre la CARDER, FECOMAR y las organizaciones comunitarias, que han logrado sembrar procesos de conservación en las áreas protegidas de la región.

La jornada continuó con la salida de campo hacia la Reserva El Sutú, dentro del Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) Cuchilla del San Juan. Allí, cerca de 40 participantes en su mayoría integrantes de los grupos de observadores de aves Las Mirlas, Los Carpinteros, Guianensis, Amigos de las Aves y la Escuela Jardincito— vivieron la emoción de registrar 89 especies diferentes. Entre ellas sobresalió el Saltarín Relámpago (Machaeropterus deliciosus), un pequeño pájaro que conquistó a los asistentes con su despliegue carismático y su particular canto.
La caminata concluyó con un ejercicio de retroalimentación colectiva, en el que los niños expresaron lo aprendido durante la experiencia y su orgullo por la biodiversidad que los rodea. Al cierre de la jornada, los niños de la Fundación Volando Ando inauguraron una pinacoteca de aves pintadas, resultado de los talleres realizados a lo largo del año. Con pinceles y colores, convirtieron su aprendizaje en arte y compartieron con la comunidad mensajes sobre la importancia de proteger las aves y conservar las áreas naturales.
El éxito del festival dejó en evidencia el valor del trabajo conjunto. Desde la Fundación Volando Ando, como organizadores, se expresó una gran satisfacción por la acogida y los resultados de un evento que, año tras año, ha logrado consolidarse como un referente en educación ambiental y conservación comunitaria.
En ese sentido, Julián Andrés Zuleta Marín, líder territorial de FECOMAR, destacó: “Yo diría que lo más destacado del festival fue el hecho de poder reunir a todos los grupos de observadores de aves que existen en Mistrató para una salida de campo a la Reserva Sutú. Normalmente el Festival de Arrayanal se hace con los niños del DRMI, pero esta vez participaron más de 40 niños de cuatro grupos de observadores de aves y de un centro educativo. Eso les permitió interactuar, darse cuenta de que no eran los únicos que observaban aves y que había más compañeros de su misma edad compartiendo esta pasión. Fue un espacio de intercambio de conocimientos y de valoración del nivel que tienen en cuanto a la actividad de la observación de aves”.
El Festival de Aves de Arrayanal se consolidó, así como un escenario en el que la comunidad, la academia y la institucionalidad confluyeron para fortalecer el sentido de pertenencia y la conciencia ambiental en Risaralda, donde la observación de aves es mucho más que un pasatiempo: es una herramienta educativa y cultural que inspira la conservación del territorio.
