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Avanza el fenómeno de La Niña y la segunda temporada de lluvias en el país

• El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia –IDEAM, a través del Comunicado Especial No. 64 que reporta el seguimiento a la segunda temporada de lluvias y a la evolución del fenómeno de La Niña en el país, informa que según el patrón de comportamiento climático verificado a nivel nacional, en el último trimestre del año, en cuanto a la segunda temporada de lluvias se presentarán valores por encima del promedio para ese período en las regiones Caribe, Andina y Pacífica.

Pereira, 8 de octubre de 2020. La Corporación Autónoma Regional de Risaralda, a través de la información emitida por el IDEAM, enfatiza sobre la necesidad de activar por parte de los diferentes entes territoriales de Risaralda, los protocolos y planes de prevención y contingencia, en consideración del incremento de la probabilidad de ocurrencia de deslizamientos detonados por lluvias, así como inundaciones y crecientes súbitas en los diversos cauces asociados a áreas pobladas en el departamento.

De acuerdo, con el patrón de comportamiento y los modelos de predicción climática, se evidencia una tendencia en los umbrales del Fenómeno de La Niña que se espera continúe para el resto del año y comienzo del 2021. Lo anterior, debido a las condiciones de enfriamiento de las aguas del océano Pacífico tropical, que en septiembre se acentuó, generando una aceleración en la aparición de este evento natural.

En Risaralda los valores acumulados de lluvia para los últimos 30 días, oscilan en 478,2 mm (Estación Pueblo Rico – IDEAM), 225.8 mm (Estación Potreros Santa Rosa de Cabal – IDEAM), 279,5 mm (Estación El Jazmín – Cenicafé), 151.8 mm (Estación La Celia – Cenicafé), 124,68 mm para Pereira (Estación Aeropuerto Matecaña Pereira – IDEAM) y 120,4 mm (Estación Ospirma – Cenicafé, Guática). Estos valores sostenidos se deben considerar y ameritan acciones de orden preventivo.

Ante la segunda temporada de lluvias para este último trimestre del año y el potencial desarrollo del fenómeno La Niña, la CARDER en aras de promover una cultura de la gestión del riesgo de desastres orientada a la prevención, recomienda:
Por parte de los Consejos Municipales para la Gestión del Riesgo de Desastres, activar los Planes Municipales para la Gestión Local del Riesgo y las correspondientes Estrategias para el Manejo de Desastres (Planes Locales de Emergencia y Contingencia), en especial lo relacionado con los protocolos de atención de emergencias por deslizamientos, avenidas torrenciales e inundaciones.

Realizar estricta vigilancia y monitoreo de las zonas identificadas como de alto riesgo por inundaciones, crecientes súbitas y deslizamientos y vincular a las comunidades e instituciones en las actividades de vigilancia y monitoreo de las zonas identificadas como de alto riesgo por inundaciones, avenidas torrenciales y deslizamientos.

Propender por garantizar la disponibilidad de recursos financieros en el presupuesto local para apoyar las labores operativas de los organismos de socorro para la atención de emergencias relacionadas con el incremento de las lluvias, incluyendo la revisión de recursos disponibles para la respuesta ante emergencias e identificar necesidades sobre el particular.

Prestar especial atención a la información de las condiciones hidrometeorológicas emitidas por las autoridades y demás instituciones pertenecientes al Sistema de Gestión del Riesgo, consultar las diferentes alertas que se establezcan por parte de las autoridades e instancias, de los responsables de operación de diversos sectores de infraestructura y servicios públicos, además, de las actividades productivas, con énfasis en el nivel agropecuario.

Tomar en consideración las zonas propensas a generar crecientes súbitas que pueden afectar las bocatomas de los acueductos, activar sus respectivos Planes de Emergencia y Contingencia, realizar periódicamente la limpieza de canales, ríos y quebradas, rejillas de los colectores y alcantarillas, con el fin de impedir la acumulación de basuras que puedan ocasionar taponamientos y/o represamientos.

Para la comunidad en general, evitar arrojar basuras o escombros en los cauces y vías, evitando taponamientos de alcantarillas, y obstrucciones de cauces, además, evitar la quema o tala de árboles, pues el terreno se debilita y erosiona presentándose posibles deslizamientos de tierra que afectan viviendas e infraestructura y obstrucción de cauces.

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